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07 JUN 2023

DUÑIKE AGIRREZABALAGA: "ASTIÑENE ME HA QUITADO EL SUEÑO Y ES UNA SATISFACCIÓN VERLO TERMINADO"

La concejala saliente de Proyectos Urbanos deja el gobierno municipal tras una legislatura marcada por la pandemia y la crisis energética
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Duñike Agirrezabalaga (Zumaia, 1966) cierra una etapa en el Ayuntamiento de Donostia tras ocho años como concejala del PSE, los cuatro últimos como delegada de Proyectos Urbanos. Es una de los cuatro ediles que dejan el gobierno municipal. 

– ¿Qué balance hace de la legislatura que acaba?

– Un balance positivo. Ha sido una legislatura muy, muy, muy complicada porque nada más empezar tuvimos la pandemia y eso nos obligó a tener que actuar de una manera absolutamente novedosa, a improvisar porque no sabíamos realmente a qué nos estábamos enfrentando. Ha sido una de las etapas más complejas en el Ayuntamiento de San Sebastián y en todas las instituciones.

– El departamento de Proyectos Urbanos fue uno de los principales afectados ya que los recortes más importantes se hicieron en inversiones...

– Se decidió paralizar todas las obras que no se habían iniciado y tuvimos que esperar casi un año para empezar a retomarlas, con los perjuicios que eso generó en plazos y disponibilidad presupuestaria. Algunos proyectos tuvieron que ser replanteados, pero creo que la mayoría de ellos han podido salir adelante.

– Luego llegó la guerra, la crisis energética y el alza del IPC, más obstáculos para la obra pública.

– En este último tramo de la legislatura hemos tenido que actualizar muchos de los proyectos que se habían calculado con unos precios que se quedaron desfasados. Hubo que volver a licitar concursos que quedaron desiertos y todo eso ha supuesto un retardo a la hora de poder iniciar y terminar las obras.

– ¿Cree que la ciudadanía ha entendido los incrementos presupuestarios y los retrasos?

– Yo creo que la ciudadanía ha sufrido en sus propias carnes estos incrementos presupuestarios y la gente es consciente de que si a ellos les ha subido la gasolina o la luz, al Ayuntamiento también. Y, en este sentido, yo creo que las personas que son racionales han entendido perfectamente la situación y que la prioridad era garantizar la salud, ofrecer ayudas para no dejar a nadie atrás e incluso modificar leyes y ordenanzas para que esta situación no nos condenara al colapso o a la parálisis total. Quiero dar las gracias a todos los trabajadores del Ayuntamiento porque han tenido que hacer un esfuerzo extra.

– El paradigma de todos estos problemas, obstáculos, retrasos y encarecimientos es el puente a Astiñene.

– Es el ejemplo de todas las complicaciones que puede haber en una obra. El propio diseño del puente, curvo y sin apoyos en el río, era complejo y por eso nos costó arrancar. La empresa constructora tuvo graves problemas financieros y no pudo seguir. La compañía que le sustituyó también necesitó tiempo para adaptarse al proyecto. Ahí se nos fueron varios meses. Luego nos tocaron todos los retrasos y los incrementos de precio porque precisamente el hierro es uno de los materiales que más ha subido por la guerra. El trabajo de reconducir las conexiones de luz y gas entre las dos orillas dependía de diferentes empresas que debían intervenir en cadena, aparecieron los obuses... Es una satisfacción verlo terminado.

– ¿Le ha quitado muchas horas de sueño?

– Sí, porque al final hay una responsabilidad muy grande detrás de cada una de las obras, sean grandes, pequeñas, caras o baratas. Hablamos del trabajo que realizan personas y de la responsabilidad en cadena de muchos técnicos. Hemos trabajado de forma coordinada con el director de Proyectos y Obras y todo el departamento y la verdad es que por eso estoy muy agradecida.

– ¿La lentitud de la administración ha jugado en su contra?

– Juega en contra de todos. De mí y, principalmente, de los ciudadanos.

– ¿Qué consejo le daría a su sucesor o sucesora en el cargo?

– Que tenga serenidad, tranquilidad y constancia.

– ¿Deja el Ayuntamiento por decisión personal?

– Sí. En política está bien que nos vayamos marcando ciclos porque así sabes que va a llegar este momento del adiós y lo asumes.

– ¿Qué futuro le augura a la ciudad?

– San Sebastián vive en constante movimiento y transición y es importante que se mantenga al corriente de todos los cambios e innovaciones que hay en el mundo. Lo local es global y lo global se ha convertido en local. Por eso es vital que Donostia siga conectada con el resto de ciudades del País Vasco, de España y de Europa para afrontar los retos que le aguardan, como el envejecimiento de la población o la vivienda. San Sebastián necesita viviendas, necesita que los jóvenes se queden a vivir aquí y, a poder ser, que vengan incluso jóvenes de fuera a rejuvenecer la ciudad.

– ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de la legislatura?

– Lo peor han sido esos momentos de ajustes presupuestarios, de ver que las cosas no pueden salir y no saber cuándo van a volver a poder salir, la paralización, el bloqueo interno incluso dentro de los propios departamentos del Ayuntamiento, que te genera mucho malestar. Lo mejor que me llevo de aquí es la relación que tengo con mucha gente y que espero mantener. Yo creo que lo mejor de San Sebastián y de este Ayuntamiento es su gente.

– Regresa a Zumaia, su localidad natal, como única concejala del PSE. ¿Qué metas se marca?

– Ahora me toca hacer un trabajo en la oposición con un EH Bildu con mayoría absoluta. Me hace gracia porque muchos de los discursos que aquí escuchaba al PNV se los oigo también a EH Bildu en Zumaia. Es una tarea ilusionante y seguro que será una legislatura interesante por el hecho de tratar asuntos de mi propio pueblo. Creo que puedo aportar experiencia y contribuir a que la diversidad política tenga también su espacio.

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